La idea es imaginar a Henry Rollins vociferando el coro de "Liar" en los años 90. Les quiero comentar mi experiencia trabajando para el gobierno, particularmente mi experiencia de 6 años prestando servicios a CORFO y ahora, a Sence. Siempre he trabajado como una especie de Agente de éstas instituciones, ya que éstas, en su rol de organismos que promueven la competitividad de las empresas, particularmente las pequeñas, subcontratan los servicios de agenciamiento de sus instrumentos de fomento a organismos o empresas privadas, en ese caso, las empresas en las cuales he trabajado. A su vez, nosotros subcontratamos a los profesionales que definitivamente trabajan y asesoran a los beneficiarios de éstos programas, los cuales debo advertir, han sido creados con las mejores intenciones.
Les hablaré entonces de PODER, del enorme placer de sentir el poder entre tus manos, aunque sea un efímero pero sublime momento. Es tomar el sartén por el mango, para dar un sartenazo y ojalá esparcir un poco de sesos.
Éstas instituciones administran muchos millones en recursos que traspasan por distintos mecanismos muy bien regulados, a sus intermediarios, como por ejemplo, un Agente operador en el caso de CORFO o una OTEC en el caso de Sence. Para ello, éstos intermediarios, debemos tener una sólida estructura administrativa, pero por sobre todo profesional, de manera de prestar un servicio de un estándar de calidad.
Debemos generar estructuras Comerciales, de manera de reclutar beneficiarios, difundir los instrumentos, recopilar los miles de antecedentes, papeles y certificados que la burocracia propia de esos instrumentos requieren, y que en cierta forma, está bien que se requieran. Debemos generar estructuras financieras, de manera de planificar los recursos, buscar financiamiento, tomar innumerables garantías, tanto cuando ofertas como cuando ejecutas (lo cual nos parece). Debemos generar estructuras humanas, contratar personal, comprometerlos, motivarlos, cumplir con las obligaciones en términos de sueldos, cotizaciones; debemos tratar de que "convivan" en armonía, de manera de hacer un trabajo efectivo. Debemos robarles el tiempo a sus familias, a sus hijos y parejas, y dejarlos ir a las 10 - 11 de la noche porque "algo siempre sale mal y hay que resolver". Debemos generar relaciones con proveedores, con prestadores de servicios, de manera de satisfacer en calidad los requerimientos establecidos en nuestros contratos. Y TODO ESTO TIENE UN COSTO. Y pos eso es que uno cobra, factura, no porque uno tenga una empresa que cobra uno o dos millones por no hacer nada, o hacer un curso o asesoría que a uno no le cuesta nada.
El problema no son de las instituciones sino de las personas que trabajan en ellas, y no todas las personas debo aclarar. Lo que pasa es que ellos transfieren millones a un tercero para que haga la pega, paga facturas de uno o dos millones, uno a varias facturas en el mes, incluso en la semana. Y son ejecutivos que tal vez ganen cerca de las 500 lucas al mes, y se quedan con la percepción de que a uno le va muy bien, que ganas platas a "manos llenas" sin que te cueste nada. Y eso también le pasa a algunos agentes intermediarios que a su vez subcontratan a los consultores o relatores. Es una relación basada en la desconfianza, se antepone primero que nada el creer que todo aquel que te presta un servicio te va a cagar, que desde el inicio va hacer el mínimo esfuerzo para ganar el máximo de plata. Y como existe el principio de la desconfianza, te tratan muy mal.
Y lo más terrible es que a pesar de lo bien que haces tu pega, del esfuerzo en generar todas estructuras comerciales, financieras, humanas y gerenciales; aprovechen aquél mínimo espacio de tiempo en el que tienen el PODER para demostrártelo. En darse el gusto en rechazarte un pago y posponerlo una semana porque un número 5 parecía un 3.
El poder es efímero... el poder permanente es sólo para los Dioses, quienes también se caen. Eso es un axioma.
Cuando leí “La Conjura de los Necios”, aquél sorprendente y magnífico libro de Jhon Kennedy Tool, me sorprendí con una frase al inicio que decía más o menos así: “Un genio se le reconoce porque todos los necios se conjuran contra él”. También escuché en una película algo como “Cuando un sabio apunta la luna, todos los tontos le miran el dedo”. Yo me he encargado en apuntar algunas cosas.